Nuevas investigaciones de Allianz Care exploran el cambio de prioridades tras la aparición de la COVID-19, quién es el ‘expatriado’ de 2020 y los retos a los que se enfrentan
53%
aseguran que la salud y el bienestar son ahora una mayor prioridad para ellos.
En lo referente a los motivos por los que se mudaron originalmente al extranjero, casi la mitad (49%) afirman que el beneficio económico es una de las principales razones para mudarse al extranjero. Sin embargo, para la mayoría, la principal razón es la búsqueda de una mejor calidad de vida, salud y bienestar.
46%
se mudaron al extranjero para su desarrollo personal, mientras que el 40% lo hicieron en busca de un mejor equilibrio entre su vida personal y profesional.
La mayoría (71%) de los encuestados se habían mudado al extranjero con su familia, viviendo la mitad (51%) de los participantes en su nuevo país con sus hijos. Los resultados son principalmente positivos, con casi dos terceras partes (65%) afirmando que vivir en el extranjero ha tenido un impacto positivo en la salud general de su familia. El 22% lo achacaron a poder lograr una mejor calidad de vida (22%), mientras que el 21% afirmaron que se debía a la capacidad de acceder a unos mejores servicios de salud y bienestar (21%).
La búsqueda de un buen equilibrio entre vida personal y profesional es un factor influyente clave para el 70% de los expatriados a la hora de decidir si seguir en el extranjero o volver a casa. Entre ese número, tres participantes de cada cinco (60%) afirman que, viviendo en el extranjero, tienen un equilibrio entre su vida personal y profesional mejor que el que tenían en casa. Esa cifra sube al 72% en Canadá y al 71% en los EAU, aunque para más de una cuarta parte (26%) de las personas que viven en Singapur, el equilibrio entre su vida personal y profesional es peor allí.
Pese a que la mayoría de los encuestados sentían que tenían acceso a una atención médica y a unos servicios de mejor calidad durante su estancia en el extranjero, contribuyendo esto a un impacto positivo en su salud con carácter general, hubo diferencias regionales. Mientras que el 72% de los expatriados de Singapur, el 67% de los de los EAU, el 62% de los de Francia y el 58% de los de Canadá tuvieron acceso a mejores servicios que en su país de origen, el 23% de los que viven en Reino Unido afirmaron que la calidad de los servicios de salud y bienestar era peor allí que en sus países nativos.
65%
afirmando que vivir en el extranjero ha tenido un impacto positivo en la salud general de su familia.
De expatriado a ciudadano global
En los EAU, una región tradicionalmente asociada a los ‘expatriados’, más de tres cuartas partes de personas incluidas en esta categoría (76%) siguen usando ampliamente el término. Sin embargo, esa cifra cae al 35% en Singapur, por debajo de una cuarta parte en Reino Unido (24%) y Francia (23%), y solo el 11% en Canadá. En estos países, el término ‘ciudadano global’ se usa más ampliamente en la actualidad: un 48% en Reino Unido, un 33% en Francia, un 29% en Singapur y un 26% en Canadá.
En relación con los descubrimientos de la investigación, Paula Covey, directora de marketing para la línea de salud de Allianz Partners, ha dicho lo siguiente:
“2020 ha sido un año trascendental para muchos de nosotros en todo el mundo, al hacer frente a las implicaciones de la COVID-19. Nos hemos visto obligados a realizar cambios masivos en nuestro estilo de vida casi de la noche a la mañana, lo que a su vez nos ha forzado a replantearnos cómo vivimos nuestras vidas y qué es lo verdaderamente importante. Lo mismo es absolutamente cierto en el caso de la comunidad de ‘expatriados’, cuyos miembros viven y trabajan en todo el mundo. Esto puede verse con fuerza en el aumento de la priorización de la salud y la familia.
“También vemos un cambio en lo referente a los planes de vida de estas personas. En el pasado, los proyectos para ‘expatriados’ solían pagarse bien y ser a corto plazo, pero nuestra investigación ha puesto de manifiesto que los miembros de esta comunidad están adoptando actualmente una visión más a largo plazo de la vida en el extranjero. El 76% dijeron haber cambiado de trabajo desde que se mudaron a su nuevo país, el 59% han comprado una casa y el 58% dijeron que tenían previsto quedarse en su país de adopción a largo plazo. Es una tendencia interesante a la hora de echar el ojo a empresas, que están empezando a alejarse del modelo de asignación de expatriados tradicional, enfocándose más en una selección de personal más local en cada mercado.
“Esta investigación es sumamente útil para Allianz Care, ya que nos permite comprender los retos y consideraciones a los que hace frente esta comunidad global en un mundo golpeado por la COVID. Nos deja ver con claridad dónde podemos ofrecer asistencia en términos de herramientas, orientación e información. No sorprende que la distancia de los amigos y la familia se mencione como el principal reto de vivir en el extranjero (47%), a lo que le sigue el tiempo (39%) y las diferencias culturales para el 33% de los participantes. No podemos cambiar el clima de un país, pero podemos ofrecer servicios para mejorar la salud mental de las personas cuando tienen que hacer frente a aspectos como la soledad, la añoranza a sus amigos y familia, o la lucha para adaptarse. También podemos proporcionar asistencia para ayudar a las personas a adaptarse a su nuevo hogar, con orientación sobre las diferencias culturales que se pueden esperar en países de todo el mundo. Al escuchar a nuestros clientes, podemos adaptar nuestros servicios y ofertas constantemente para satisfacer sus necesidades de atención médica en constante evolución. La pandemia nos ha mostrado a todos nosotros lo rápido que pueden cambiar las cosas”.
Allianz Care ofrece servicios y cobertura internacionales de salud, vida e incapacidad a empresas multinacionales, organizaciones intergubernamentales (OIG), organizaciones no gubernamentales (ONG), particulares y familias.